Rafa Cambra es uno de esos nombres que se recuerdan cuando se escucha hablar de vino valenciano o sobre Terres dels Alforins. El enólogo valenciano ha conseguido que su apuesta por recuperar cepas autóctonas, como es el caso de la forcallà o la arcos, sea muy reconocida dentro del sector.
La experiencia adquirida en sus periplos en una de las zonas punteras del vino nacional, La Rioja, le han aportado los conocimientos necesarios para convertirse en uno de los imprescindibles en su tierra.
Uno de los aspectos que le han dotado relevancia a su firma tiene que ver con la cercanía con su entorno. En este ámbito, la bodega que se afinca en Fontanars dels Alforins ha sido una de las grandes defensoras activas dentro de las firmas de la zona que han entendido la importancia de adherirse a su territorio y a todo lo que de él emana.
En ese camino hacia la defensa de la zona de Els Alforins, el valenciano siempre ha tenido en cuenta la importancia de ser capaces de crear una filosofía clara y un valor propio compartido entre los diferentes integrantes de esta zona del interior de la provincia de Valencia.
Una de las ideas que pretende expandir Rafa Cambra a través de su bodega es la de aprender a valorar el mundo de campo, donde las cosas tienen un valor justo y el vino forma parte de esa posibilidad. Para Rafa Cambra, la bodega es la posibilidad de defender ese valor justo a través de una marca.
El elemento central de la firma es la defensa de esa tierra que le proporciona las materias primas que le permiten ser la bodega que conocemos hoy. Una de las piezas fundamentales para entender el proyecto es la plantación de Casa Sosegada, ubicada en la Finca Boscá.
Este espacio es la puesta en escena de las inquietudes del valenciano. Un proyecto que llevó diez años de trabajo antes de ver sus frutos y que tuvo como objetivo central la plantación de viñedos de altura en terrazas con variedades locales, y de paso, juntar distintas variedades. Es una apuesta personal de Rafa Cambra para darle valor al vino mediterráneo, y por supuesto, a las cepas propias de esta zona.
Desde sus inicios en 2001 como bodega “de garaje”, Cambra y su marca crecen hasta que en 2008 se sitúan en Fontanars dels Alforins y marcan un punto de inflexión, que recibe el espaldarazo definitivo con la adquisición a principios de esta década de Casa Colau, una Heretat preciosa que da lugar a la bodega que es hoy. En la firma que conocemos ahora destacan referencias como Soplo (tinto y blanco), Cambra Uno o La Forcallà de Antonia, elaborada precisamente con una de estas variedades recuperadas: la forcallà.
Aunque sin duda, el vino que mejor se adapta a la idea que busca transmitir Rafa Cambra con su bodega es Casa Sosegada, un coupage de variedades locales como monastrell, arcos, forcallà, bonicaire y rojal, a lo que se suma una crianza en hormigón. Este vino, recientemente galardonado con 95 Puntos Parker es, junto a Casalabor (94 Puntos Parker), uno de los vinos que representan la esencia de Cambra.
El bodeguero se ha adaptado a las circunstancias encontradas desde su llegada a Fontanars dels Alforins, creando un “hábitat” propio para los viñedos en el que estos se adaptan al terroir. En ese proceso de adaptación adquiere un papel importante su apuesta por el no intervencionismo, elaborando un vino en el que la bodega se adapta a la viña y no al revés.
En definitiva, Rafa Cambra, tanto bodega como persona, es el reflejo de una pasión por el vino valenciano y todas aquellas variedades que son propias de esta tierra en las que se cultivan, incluso si es necesario realizar un proceso de recuperación; un desafío que el valenciano está dispuesto a asumir, tal y como muestran la recuperación de variedades autóctonas como la arcos, la bonicaire o la forcallà.
La bodega cuenta con una selección de referencias muy amplia, si quieres conocer alguna de ellas visita nuestra web y prueba nuestro lote especial con vinos de Rafa Cambra
[showad id=728]